Está escrito en el cielo lo que pasará en el suelo

 Está escrito en el cielo lo que pasará en el suelo

Era una tarde plácida, de aquellas de antaño, en Mula. Otoño, en concreto, y los trabajadores del bar donde se encontraban Damián y Pepe tomaban una taza de café laboraban en su horario habitual. Sin embargo, José Buitrago comienza a sentir escalofríos y malestar en el cuerpo. Presagiaba que algo iba a ocurrir cuando le aconseja a su amigo que se debían marchar del lugar. Damián, extrañado por la situación, se pregunta por qué se tienen que ir, él respondió: "Tenemos que salir de aquí, viene algo, lo siento en el cuerpo". Minutos después acontece un terremoto que dejaría boquiabiertos a todos los muleños excepto a uno, José Buitrago, quién ya se encontraba en la calle para ese momento.


El virtuosismo que tienen algunos en el cuerpo es algo que se lleva en los genes y cuando hablamos de predecir el tiempo o incluso catástrofes que están por acontecer estamos hablando de las cabañuelas. Ese método tradicional que construyeron nuestros antepasados para intentar predecir el tiempo para las labranzas del campo o lo que era su sueldo y comida en aquellos años. Animales, nubes, planetas… cualquier argumento es bueno para intentar hacer una predicción, mientras que la población más mayor sigue depositando su confianza en este método, las nuevas generaciones buscan el avance en la ciencia poniendo a debate una creencia generacional. 


Por lo tanto, hablamos de cabañuelas cuando una persona, la cual ha sido inculcada desde su niñez por su padre o abuelo acerca del estado del tiempo y cómo medirlo, hace una estimación hacia el futuro de cómo se va a desenvolver este a partir de su observación en un rango de días. Así pues, estamos tratando una pseudociencia sin base científica, solo con los valores y experiencias transmitidas a través de los tiempos, medido por el comportamiento de los animales u otros aspectos parecidos. Este método se utiliza desde septiembre hasta julio del año siguiente con una proyección del tiempo de meses, años e incluso décadas.

El debate surge en el seno de la ciencia, cuando los especialistas en las diferentes materias de la rama científica contrastan los datos ofrecidos por los cabañuelos. Algunos de ellos ponen en duda todas estas enseñanzas y las tachan de ser irracionales y fomentadoras de bulos.


La tradición de una vida


Las cabañuelas son el método por excelencia a la hora de medir el tiempo en los campos para la siembra, cualquier persona nacida en el ámbito rural a la que puedas preguntarle te podría dar una respuesta a la pregunta sobre qué es esta predicción. Bien es cierto que los antepasados han primado que esta tradición llegue hasta nuestros días, sin embargo, no siempre se ha usado el mismo método o se han tenido las mismas circunstancias para medir. Pepe Buitrago,”el cabañuelo de Mula”; 6ª generación en su familia, que conserva el método que le explicó su padre, afirma que los cabañuelos miden según su aprendizaje y sus sentidos.

Otros métodos destacados son: “El Calendario Zaragozano, la lectura del viento en el día de San Juan o sacar imágenes en procesión” relata (MEDITERRANEA, E. L. E. RITOS DE LLUVIA Y PREDICCIÓN DEL TIEMPO, 1997, pág 94) Por lo tanto, cada maestrillo tiene su librillo, en este caso su método, pero afirman los expertos en la materia que el verdadero método de antaño se está perdiendo.

¿Por qué?, muy sencillo, los tiempos cambian, se achaca esta pérdida a los diferentes factores que tenemos hoy en día como son la contaminación, la tecnología o el cambio en la forma de cultivar. También por el moldeado que le da cada profesional a su método y sus enseñanzas.


La pérdida de fe


Y si hablamos de cambios, cabe destacar la percepción de la gente, la confianza que se tiene en este método que varía según la zona o el rango de edad que preguntemos,pero que va disminuyendo cada vez más. La mayoría de los jóvenes encuestados no saben lo que son las cabañuelas o no saben cómo funcionan, Buitrago sostiene que los más jóvenes pierden la fe por dos motivos clave. El primero de ellos es el desarrollo de las tecnologías y la facilidad que tienen a la hora de informarse, cualquiera puede mirar su móvil hoy en día y ver qué tiempo va a hacer sin ni siquiera mirar al cielo. 

Como ejemplo tenemos a la Universidad Bucaramanga que habla de los nuevos métodos científicos para ayudar a los agricultores: “Con la debida asistencia técnica, el riego de su finca ya no va a depender de su ojo de buen cubero o de la interpretación de las cabañuelas, sino de bases de datos y satélites internacionales, combinados con aparatos sencillos encargados de monitorear la humedad del suelo…” (Virviescas Gómez, P., Rueda Vivas, L. F., Silva Numa, S., Correa, P., Bula Barbosa, L., & Martínez Arias, A. M., 2021, pág 4)

Otro de los motivos es la falta de experiencia, es decir, la población no creyente no ha tenido la oportunidad de que nadie les relate qué y cómo son las cabañuelas y no se han informado sobre ello. Según AEMET:“Quizás nos faltan tanto la formación para entender el complejo funcionamiento de la sociedad-como el contacto con la naturaleza que nos permita entender sus leyes y asimilar la información científica como algo cercano, tangible y real.” (Gutiérrez Rubio, D. ,2023, pág 1).

Pese a todo, el ambiente general de los cabañuelos es la preocupación, ya que creen que esta tradición se acabará perdiendo en un futuro, aunque ellos seguirán creyendo en el método que los incitó a entrar en este mundo.


“El profeta burgalés”

Las cabañuelas no son ciertamente conocidas para las personas que viven en las grandes ciudades, no obstante en el año 2021 ocurre un hecho a destacar como es la borrasca “Filomena” que aparte de traer lluvias y nieve nos traería un nuevo personaje mediático a las pantallas españolas, Jorge Rey. La importancia de este joven en el ámbito de las cabañuelas y sobre todo de los medios de comunicación es fundamental, pues hablamos de un chico de 14 años que adivina uno de los temporales más imprevisibles de los últimos 30 años. Jorge Rey escapa del canon que se tiene de los cabañuelos, personas con una gran experiencia que han observado el comportamiento de muchos aspectos a lo largo de los años y que han aprendido con el paso de estos. Es por ello que, “el profeta burgalés” a partir de su famosa predicción se convierte tanto en villano como en héroe. Un adolescente que no cae bien en el gremio por presuntamente plagiar o inventarse pronósticos a partir de su fama, y un adolescente que según los meteorólogos está siendo manipulado por los medios de comunicación, sin ningún tipo de veracidad y dándole más protagonismo a un muchacho que haciendo predicciones desde Burgos que a la propia AEMET.

(Tweet sobre el desarrollo de las cabañuelas en los medios de comunicación de un usuario)


Métodos que se utilizan


A la hora de explicar los métodos tanto de la parte científica como la pseudocientífica, contamos con la ayuda de expertos en cada caso. Por parte de las cabañuelas, Pepe Buitrago, anteriormente mencionado y en la mitad científica, recae la misión en Miguel Ángel Requena, geógrafo y meteorólogo de la web “Meteohellin”.

Entrando más en detalle en el método de medición y predicción, la meteorología opta por estaciones meteorológicas repartidas por toda la zona que se quiera calibrar, en este caso Hellín. Estas estaciones consisten en pequeños robots que incluyen pluviómetros o anemómetro, entre otros y que son los propios meteorólogos los que las mantienen y costean.

En el ámbito de las cabañuelas, Buitrago alega que cada uno tiene su método ,pero él utiliza la medición mediante las plantas o los animales, en su caso las hormigas y las abejas. Por ejemplo, tal y como indica Ros, J. J. F. (2010) se hacen uso de otros métodos como la nubosidad, la niebla o la temperatura. Gracias a los comportamientos de estas como su vuelo, su forma de alimentarse o incluso el movimiento de sus bocas. Todo ello junto a un análisis de diferentes años con un registro del cielo para tener una mejor predicción.


Creencia vs Ciencia

Estación meteorológica de Mula(Foto: Estación meteorológica Mula)Estación meteorológica de Mula

Uno de los aspectos a destacar es el debate entre ambos extremos, la opinión que tienen el uno del otro. Bien es cierto que en la batalla creencia vs ciencia existe un mutuo respeto entre ambas partes. Miguel Ángel Requena afirma que no confía en este método ,pero respeta a quienes lo efectúan y argumenta que la mayoría de las personas que lo utilizan son personas de mayor edad. Además, agrega: “Nunca he sabido utilizarlas, por lo tanto, nunca me han interesado, aunque es cierto que tienen una gran importancia en la cultura española”. Finalmente, el meteorólogo de Hellín fundamenta su opinión en que cada uno es libre de utilizar los métodos que desee, pero que se crea un problema cuando se utilizan como clickbait por los medios. Aunque en la web de la AEMET podemos encontrar el calendario meteoro-fenológico donde el autor califica de “falsos profetas agros que son distintos unos de otros”(García de Pedraza, L, 1962, pág 151) a los cabañuelos. Vemos que no en todos los casos se traslada la amabilidad y cordialidad entre ambas partes, depende mucho de quién tenga la palabra.

En el otro lado de la balanza, el cabañuelo muleño pone en alza sus respetos hacia el uso de otros métodos científicos, aunque matiza: “Ni aunque se juntasen todos los meteorólogos de España llegarían a los talones de la naturaleza”. Pepe Buitrago comenta que los profesionales científicos del tiempo son los que deben contrastar las predicciones de los cabañuelos y “no los niñatos que inventan y plagian nuestros pronósticos”. Podríamos pensar que muestran su rechazo ante otras prácticas, todo lo contrario, el enfado se encuentra dentro del gremio con los debidos plagios, relaciones o falsas predicciones. 

Cabañuelas en otros lugares

Cabañuelas en otros lugares


Cuando hablamos de la importancia de las cabañuelas no solo conversamos sobre esta tradición en España ,sino que también es muy popular en Latinoamérica. Por ejemplo, en Costa Rica existe un método bastante parecido llamado “pintas” o “repintas” que consiste en medir los días de una hora hasta otra, un mes por la mañana y el siguiente por la tarde para confeccionar la predicción. El propio Gobierno de México en su página oficial relata cómo las cabañuelas llegaron hasta ellos a partir de los aztecas y los mayas. Contaban con un calendario diferente, 18 meses con 20 días cada uno de los cuales se medían 18 días por el número de meses con los que se medía el tiempo y los dos restantes eran los que predecían otros fenómenos como catástrofes.


¿Y los ciudadanos?


Ya hemos tratado la tradición, la opinión de los expertos, pero ¿Dónde queda el pensamiento de los ciudadanos sobre este tema? Estos son un pilar fundamental tanto en la creencia como en la ciencia, qué sentido tendría hacer predicciones y hablar del tiempo que va a hacer mañana si nadie lo va a ver. De ahí nace otra cuestión y es la confianza ciega de quienes consumen cada tipo de contenido y como desconfían del otro o pueden caer en bulos traídos por ambas corrientes.






Así pues, encuestamos a varias personas sobre el nivel de conocimiento en la materia de lo que son las cabañuelas. La gráfica refleja cómo, de haber una noticia falsa que llevase el término cabañuelas, los más jóvenes no caerían en ella porque no conocen lo que son. Totalmente, al contrario de sus progenitores quienes, los más mayores, depositan su confianza en el método ancestral y podrían ser víctimas de múltiples bulos. Es por ello, que la fe acérrima a la tradición puede deslumbrar a los más mayores a la hora de informarse.


El sentimiento de una vida, la tradición de varias generaciones, la incorruptible mentalidad aprendida tras años, todo ello son las cabañuelas y todo ello es lo que llevó a Pepe a salir de aquella cafetería evitando un mal mayor. La gente se mostraba asustada en aquel momento, quizás fue suerte, pensarán algunos, otros tratarán de infalible el virtuosismo del cuerpo en estas situaciones o al contrario, dudarán en cómo alguien puede predecir un terremoto. 

Sea como fuere, las cabañuelas dejan un legado en la tradición española rural imborrable, quién sabe durante cuánto se prolongarán, solo el mismo tiempo que las predice nos lo dirá.


Fernando Páez Rodríguez. 13/10/2023.













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