Futuro roto, un viaje en nombre del medio ambiente
Helena era una niña como cualquiera de las del barrio, disfrutaba de pasar tiempo con su familia y sus amigos con los que jugaba en la calle todas las tardes. En marzo de su undécimo cumpleaños, mientras jugaban a la pelota todo se detuvo, Helena no paraba de toser y no podía respirar. En ese momento, Helena descubrió lo que le hacía diferente entre todos sus amigos, ella había nacido con una insuficiencia pulmonar que la achacaría durante el resto de su vida. Los médicos le recomendaron que se trasladara a un pueblo con un aire más limpio. Helena tuvo que mudarse con su abuela a la pedanía caravaqueña de Archivel para empezar su recuperación y su nueva vida.
(Foto del pantano de la Cierva, Mula. Fuente: Elaboración propia)
Para entretenerse mientras se recuperaba de aquel episodio de tos intensa, Helena empezó a ver vídeos en YouTube del videojuego que estaba de moda en su colegio: Pokémon Go. Al poco tiempo, se instaló la aplicación en su móvil y apuntó, en una lista, lugares de la Región de Murcia por los que quería empezar su viaje. Para ello, además, Helena se sacó el carnet de conducir y emprendió su periplo por tierras murcianas.
El primero de ellos fue la Cresta del Gallo, que gracias a su ubicación en lo alto de la ciudad albergaba Pokémon de tipo volador, la especie favorita de Helena, además al ser un lugar apartado de la ciudad, no tendría que preocuparse tanto por la calidad del aire porque como había visto en X, Varios medios de comunicación habían informado que Murcia ciudad se encontraba en un nivel alto de polvo en suspensión que dificultaba el tránsito y deporte por sus calles en los últimos cuatro años, según un estudio del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) publicado en 2007.
El segundo destino de Helena fue la costa de la región, de la que también los medios habían alertado de que no estaba en condiciones óptimas, como mayor exponente el Mar Menor. La calidad del agua al bañarnos en las costas de La Manga, los fluidos subterráneos que alimentan los cultivos de Calasparra o el hecho de beber agua del grifo en casa, pueden ser algunos ejemplos de contracción de enfermedades medioambientales. Estudios como el del Ministerio de Transición Ecológica en 2020 informan que “se han ampliado las zonas vulnerables en la Región de Murcia, a partir de aquellos puntos de control (competencia de la Confederación Hidrográfica del Segura) con concentraciones de nitrato por encima de 50 mg/l, o por encima de 40 mg/l y con tendencia ascendente”. Estas recogidas de datos avalan que la Región de Murcia se encuentra por encima de la media nacional de nitratos en aguas subterráneas, que riega los alimentos que consumimos y que el exceso de estos componentes puede ser un riesgo para la salud.
Por último, para atrapar Pokémon del tipo tierra, Helena se había propuesto visitar Albudeite, que se caracterizaba por su árido paisaje debido a la desertificación, por lo que los medios alertaban de que la falta de lluvias y la erosión del suelo en el sureste hace que los alimentos no puedan ser cultivados adecuadamente, esto conlleva menos calidad en ellos y un peligro para el consumo de los mismos. La pérdida de materia orgánica, debido al arado y roturación de la agricultura intensiva en la Región de Murcia, arrastra a una menor fertilidad del suelo para el cultivo, así como el aumento de la erosión hídrica y desertificación. (Tudela Serrano, M. L. y Martínez Sánchez, J., 1997). La Geohelministasis es la enfermedad más común entre las que se puede contraer debido a las malas prácticas del cultivo y el mal estado de los suelos, creando parásitos intestinales en nuestro cuerpo por el consumo de alimentos mal generados.
Un aire traicionero
Para atrapar a sus queridos Pokémon de tipo volador, Helena tuvo que regresar a Murcia con su visita a la Cresta del Gallo, un lugar apartado siguiendo las recomendaciones médicas para que su salud no se viera afectada. Sin embargo, Helena no pudo dejar pasar la oportunidad de presentarse por su antiguo barrio antes de ir a la Cresta del Gallo a cumplir con su objetivo. Helena esperaba un aire mejor del que dejó en su infancia, no obstante la ciudad de Murcia que halló en su regreso ya había sido sumergida en una nube de gases contaminantes dañinos por el cambio climático y otros factores que podrían dañar su salud.
Una persona que a raíz de ese repunte en la contaminación ambiental de Murcia tuvo que abandonar la ciudad no es otra que María Montañés, de 56 años y tía de Helena, que describe que “todo empezó con los síntomas de un resfriado normal”, pero que tras no encontrar mejoría con tratamientos convencionales fue al médico y, en ese instante, descubrió lo que realmente le estaba sucediendo. Como ella misma describe: “Si llego a dejarlo pasar más tiempo, hoy no estaríamos aquí hablando”. Después de su visita al médico, tuvo que ser ingresada de urgencia por problemas respiratorios, dónde pasó semanas hasta estar recuperada completamente.
De hecho, el Observatorio de Sostenibilidad (2021) ya anunció que entre las ciudades de más de 80 mil habitantes con peor contaminación se encontraba Murcia, delante de ciudades como Madrid y Barcelona, que llevan varios años en el punto de mira por no cumplir la normativa establecida. Además, la atmósfera está afectada por multitud de contaminantes. Uno de ellos es el ozono troposférico.
(Fotos Microsoft Edge, Calidad del Aire. Fuente: Elaboración Propia)
Este es un contaminante secundario que, según el Ministerio de Transición Ecológica (2019), es producido por la reacción entre la luz del sol y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por automóviles e industrias. Este gas derivado del ozono es tan grave que puede llegar a provocar un aumento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas, reduce la función pulmonar y hace más graves las patologías cardiovasculares. Por ello, autores como Harrison et al. en 2020 pusieron de manifiesto la necesidad de tener en cuenta la naturaleza de la ciudad, a la hora de gestionar la calidad del aire. Además de renovar y reformar aspectos como la geometría de las plazas o incluso la posición de los semáforos que pueden traer un mayor índice de contaminación que afecte a los transeúntes (Durán del Amor et al., 2021).
Mar de incertidumbre
El segundo destino de Helena sería el Mar Menor, ya que, según le había comentado su abuela, hace algunos años era una playa maravillosa con multitud de animales como el caballito de mar. Quizás por eso, en esa zona el radar pokémon del videojuego aparecía el pokémon caballito de mar llamado Horsea, que a Helena le parecía muy mono.
Sin embargo, tras décadas de contaminación, aquella playa maravillosa con animales como el caballito de mar había desaparecido para convertirse en una “sopa verde llena de peces muertos”, según Pedro Luengo Michel, biólogo, coordinador y portavoz en la Región de Murcia de Ecologistas en Acción.
Pedro Luengo Michel en la sede de Ecologistas en Acción en Murcia. Fuente: Elaboración propia
“Los impactos que afectan a la salud del Mar Menor son de origen antrópico: agrícolas, del regadío industrial, mineros por arrastres y un mal sellado de balsas, ganaderos sin trazabilidad o urbanos, de aguas residuales y pluviales” (Martínez Mora, 2022, p.72).
Además, el agua de la Región es una de las peores gestionadas a nivel nacional, destinándola al cultivo y al regadío en su mayoría. Para Pedro Luengo, el problema de la contaminación acuífera reside en el cambio del modelo de secano a regadío intensivo, con muchos fertilizantes. Además de eliminar casi toda la vegetación propia del campo de Cartagena que retenía la lluvia. “La erosión y la escorrentía son aspectos que el Mar Menor lleva soportando durante años”, estos sedimentos contienen fertilizantes y productos fitosanitarios que contribuyen al empeoramiento de la costa murciana día a día, junto con el incremento de sustancias plásticas en toda la laguna, que se ha convertido en una constante (Bayo, Rojo y Olmos, 2019).
“Uno de los principales problemas que se observó a simple vista fue el aumento de algas, tanto unicelulares como pluricelulares, que surgió en el agua de la laguna, tornando a esta de un color verdoso, de ahí que los habitantes de la zona dieran el nombre popular de ‘sopa verde’” (Berlanga Torres, 2022, p.16).
“La sopa verde” puede ser un problema, ya no solo para Helena en su búsqueda de pokémon, sino para aquellas personas que pasean por la orilla de la playa, cerca de algas que pueden desprenden toxinas y generan náuseas y malestar.
(Foto Bahía de Mazarrón. Fuente: Elaboración propia)
Pedro pone como ejemplo la localidad sureña de Águilas, donde han acontecido varios casos de este fenómeno. No obstante, el biólogo afirma que si bien los problemas no dejan de aparecer en las aguas de baño de la Región, no existe riesgo de darse un chapuzón en el Mar Menor, tal y como lo hizo Helena. Una zambullida que ahora no es peligrosa, pero que en un futuro si no se aplican las medidas necesarias podríamos estar ante una catástrofe medioambiental de peces muertos y la desaparición del sector de la pesca. Un Mar Menor que podría desvanecerse y por el que “claramente no se está haciendo suficiente”.
En tierra de nadie
El último destino que Helena tenía apuntado en su lista era Albudeite y sus tan conocidos barrancos en los que había localizado la presencia del pokémon legendario de tipo tierra, Groudon, que según la descripción que ofrecía el juego, solo residía en hábitats desérticos como el que era los barrancos de badlands de Albudeite. Los badlands son ecosistemas erosionados en barrancos y cárcavas que disponen de sedimentos y regolitos poco consolidados, escasa vegetación y un drenaje intenso (Belmonte Serrato et al., 2019).
La historia se vuelve a repetir, Helena vive un déjà vu, su viaje por la Región se ve afectado por la mala calidad del medio ambiente, en este caso el estado del suelo. Un suelo erosionado, sin ningún tipo de planta, árido y que quema y daña los pies de Helena pese a llevar un calzado deportivo. Este proceso se llama desertificación, un suceso que catedráticos en Geografía como Francisco Belmonte Serrato achacan a “la mano del hombre con la deforestación o el pastoreo en exceso”. Sin embargo, este proceso no trae consigo ningún tipo de enfermedad, pero sí un desabastecimiento de vida vegetal y falta de productos. Situación que podría empeorar llevando a la sociedad a una realidad muy diferente, “Cuando las tierras se hace improductivas para el cultivo, o cuando se reducen los recursos hídricos, la población tiene que equilibrarse con los recursos disponibles, ya sea reduciendo la natalidad, o emigrando a otros lugares” reseña Belmonte. Las soluciones como utilizar otros cultivos, nuevos métodos o reforestar están claras, pero para Francisco todas estas actividades se encuentran en “espera”. Otras propuestas que se encuentran entre los planes de mejora son la restauración de suelos marginales mediante la conversión en pastizales con la siembra de cultivos perennes, ayudando a los suelos abandonados o no cultivados (Romero Díaz, 2002).
(Desertificación en los Baños de Mula. Fuente: Elaboración Propia)
“A medida que empiecen a abandonarse tierras de cultivo, por falta de subvenciones a los cultivos de secano, por parte de la Unión Europea, los procesos de erosión empezarán a actuar con mucha más intensidad sobre unos suelos ya degradados por la intensidad de los cultivos”,acusa Belmonte
Las ideas están sobre la mesa, los causantes de este problema están avisados, pero las soluciones no se ponen en marcha. A Helena le parece un paisaje bonito donde fotografiar el atardecer y buscar pokémon puede ser una gran actividad. Como afirma (Sánchez Vera P. y Riella A., 2010, p.136), “Las tierras áridas de España tienen una riqueza, tanto biológica como paisajística, de especial relevancia, a veces de difícil puesta en valor frente a la valoración más positiva de praderas y bosques”.
Helena camina por el mismo sendero sin flores que otros a su paso ya arrancaron y que si no se ponen en marcha ninguna de las resoluciones, ese camino podría desaparecer de aquí a unos años.
Un viaje engañoso
Tras terminar su viaje en Albudeite y atrapar al pokémon legendario Groudon, Helena había completado casi todas las vacaciones de verano, dentro de poco le tocaba volver al trabajo, por lo que se prometió que cada verano emprendería nuevos viajes que le llevarían a nuevos puntos de la Región de Murcia con tal de atrapar los 18 tipos de pokémon distintos, de los cuales con este primer viaje ya tenía tres: agua, volador y tierra. Completar la enciclopedia pokémon o pokédex le llevó 5 veranos, en los que Helena visitó lugares como Portmán, Mula, Sierra Espuña, Calblanque, Lorca o Cieza. Sin embargo, al final de su último viaje pokémon, Helena comenzó a sentir unas sensaciones que le resultaban familiares, tenía dificultades respiratorias, dolores en el cuerpo… por lo que advertida por su experiencia de niña y su tía decidió ir al médico.
La medicina había avanzado mucho estos años, se habían erradicado enfermedades como el cáncer y el sida, sin embargo, este año 2035 marcó la vida de Helena, que descubriría toda la verdad. Helena acude a la consulta médica y allí su doctor asistido por una IA le empieza a preguntar por sus actividades estos últimos meses. Zambullirse en el Mar Menor, caminar por paisajes áridos o respirar aire de mala calidad son las respuestas que se obtienen gracias a los datos que ofrece Helena. Por lo que el diagnóstico del doctor revela que la realización de esas actividades son las culpables de la enfermedad de Helena. Nunca tuvo ninguna enfermedad congénita, siempre fue el medio ambiente contaminado de la Región de Murcia, la causa de que su salud empeorara.
Helena es solo un ejemplo de las muchas personas que sufren enfermedades derivadas de malas prácticas y contaminación del medio ambiente. El futuro es incierto pero borroso en este aspecto, la Región pasa por un mal momento respecto a recursos fluviales, calidad del aire y aridez en sus suelos. En caso de no poner soluciones en marcha, la salud de las personas en 10 años empeorará constantemente y sin contención ninguna, un escenario en el que muchos de nosotros podríamos ser una Helena más.
(Paraje del Niño de Mula–Elaboración propia)
Santiago Ramón y Fernando Páez.
BIBLIOGRAFÍA
Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE). (2007). Calidad de aire en las ciudades: clave de sostenibilidad urbana. Mundiprensa. https://www.mundiprensa.com/catalogo/9788484763239/calidad-de-aire-en-las-ciudades--clave-de-sostenibilidad
Ministerio de Transición Ecológica. (2020). Informe de seguimiento de la Directiva 91/676/CEE: Contaminación del agua por nitratos utilizados en la agricultura (Informe final). https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/agua/temas/estado-y-calidad-de-las-aguas/informe-2016-2019_tcm30-518402.pdf
Tudela Serrano, M.L. y Martínez Sánchez, J. (1997). Desertificación progresiva del sureste peninsular en suelos de costra caliza y su relación con la puesta en cultivo. Instituto de Estudios Almerienses.
https://www.dipalme.org/Servicios/Anexos/anexosiea.nsf/VAnexos/IEA-RNMA-c28/$File/RNMA-c28.pdf
Observatorio de Sostenibilidad (OS). (2021). ¿Hemos aprendido la lección de la COVID-19 para mejorar la calidad del aire?: Ciudades que más han mejorado su calidad del aire en España en 2021.
https://www.observatoriosostenibilidad.com/2022/01/23/calidad-del-aire-en-las-ciudades-2021/
Ministerio de Transición Ecológica. (2019). Evaluación de la calidad del aire en España.
Martínez Mora, C. (2022). Perspectivas del Mar Menor. Retos de cambio. Náyades: revista de costumbres, tradiciones e historias de la Región de Murcia, (13), 71-78. https://www.regmurcia.com/docs/nayades/N013/N13-011.pdf
Bayo, J., Rojo, D., y Olmos, S. (2019). Abundance, morphology and chemical composition of microplastics in sand and sediments from a protected coastal area: The Mar Menor lagoon (SE Spain). Environmental Pollution, 252, 1357-1366.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0269749119317993?via%3Dihub
Berlanga Torres, J. A. (2022). ¿Qué está pasando en el Mar Menor? MoleQla: revista de Ciencias de la Universidad Pablo de Olavide, (46), 16-18.
https://www.upo.es/cms1/export/sites/upo/moleqla/documentos/Numero46/Moleqla-46.pdf
Belmonte-Serrato, F., Romero Díaz, A. y Ballesteros Pelegrín, G. A. (2019). Los paisajes áridos abarrancados como recurso turístico. Investigaciones Turísticas, (17), 213-238.
https://investigacionesturisticas.ua.es/article/view/13660
Romero Díaz, A. (2002). La erosión en la Región de Murcia. Universidad de Murcia.
Sánchez Vera, P. y Riella, A. (2010). Globalización y perspectiva de la integración regional. Universidad de Murcia.
Durán del Amor, M. M., Baeza Caracena, A., Llorens Pascual del Riquelme, M., y Cruz López, M. (2021). Estudio de contaminación atmosférica en las principales plazas y glorietas de la ciudad de Murcia. Revista DELOS, (Especial noviembre 2021), 86-119.
https://www.eumed.net/es/revistas/delos/especial-nov-21/estudio-contaminacion
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