Una herradura repleta de plata

La bahía de Portmán en la actualidad. Fuente: Elaboración propia

Se acercaba el verano cuando ocurrió el accidente. El calor acentuaba el cansancio del trabajo en la mina. Luis Gudiño, apodado posteriormente “El Gitano”, y su padre sabían que su trabajo era peligroso: las explosiones, los continuos derrumbamientos, las condiciones de trabajo…, pero aquel era el único sustento de su familia y de la mayoría de familias del pueblo. Desde que vinieron los franceses, personas de todas partes de España llegaron a trabajar en las minas en busca de la codiciada galena de la que se sacaba la plata. O en el recién construido lavadero “Roberto”. Ninguno de ellos podía imaginar que se estaba jugando la vida para enterrar el futuro y el patrimonio del pueblo bajo las mismas rocas que picaba cada día.

Todo cambió aquel día, un niño de una edad cercana a la de Luis, falleció en unos lodos en los que antes había arena y aguas cristalinas. Los restos de plata que tanto esfuerzo les costaba sacar estaban llenando su bahía en forma de herradura de vertidos estériles y acabando con la vida de sus hijos. 

Aquel accidente fue la consecuencia directa de los vertidos de restos del lavado de los minerales a la bahía de Portmán autorizados por el Ministerio de Obras Públicas en 1958 a la empresa francesa Peñarroya. Sin embargo, la muerte de un niño de Portmán, no impidió a Peñarroya conseguir la concesión para ampliar los vertidos de los restos del tratamiento mineral del lavadero “Roberto” a la bahía de Portmán. El Ministerio de Obras Públicas, en 1967, le concedió duplicar la cantidad inicial de vertidos de 3000 toneladas diarias a 6000 y, dos años después, le permitió aumentar aún más la cantidad, además de liberarles de la obligación de dragar la bahía si los restos estériles afectaban al medio ambiente. “Se aducía que Portmán era una pequeña aldea sin ningún interés ni perspectivas de desarrollo” (Baños, 2012, p.12).

Años después, con el desarrollo tecnológico de nuevos sistemas de molienda del mineral, el problema de los vertidos se agrava, ya que se pasa a expulsar restos estériles mezclados con restos de sustancias utilizadas en el proceso de flotación diferencial, como cianuro o sulfato de cobre. Esta nueva característica de los residuos que se expulsaban al mar Mediterráneo lleva al pueblo de Portmán a manifestarse para pedir el fin de los vertidos. Sus reclamaciones no son escuchadas hasta que en 1986, un acto protesta de Greenpeace-España hace que el tema tenga relevancia a nivel nacional. Ante esta situación y la escasa rentabilidad económica de los minerales, la empresa Peñarroya cede sus derechos mineros y propiedades a Portmán Golf SA en 1988. Dos años más tarde, tras una prolongada campaña de oposición, cesaron los vertidos al mar. 

Desde el inicio de los vertidos en 1957, se habían extendido más de 60 millones de toneladas de estériles, llevando a la bahía de Portmán a su situación actual. Más de 750.000 metros cuadrados de la superficie de la bahía está contaminada, además de que varios kilómetros cuadrados de los fondos marinos de la plataforma continental marina han quedado sepultados bajo los vertidos de restos minerales. En los últimos años, se han sucedido las propuestas de regeneración de la bahía de Portmán sin llegar a concretarse ninguna. La última actualización llegó el mes pasado, en el que el Ministerio de Transición Ecológica anunció que, en los próximos meses, elegirá el proyecto definitivo para recuperar la bahía de Portmán de los vertidos de restos minerales.

Cartel informativo sobre la bahía de Portmán del centro de visitantes “Las Cobaticas” del Parque Regional de Calblanque

Sin vertidos, pero contaminados

A pesar de que los vertidos cesaron en 1990, la exposición prolongada al suelo contaminado a través de la ingestión del suelo, la absorción cutánea y la inhalación de partículas de metales pesados presenta graves riesgos para la salud humana, como enfermedades respiratorias crónicas o distintos tipos de cáncer.

Portmán está considerada como una de las áreas más contaminadas por plomo y cadmio de toda la costa mediterránea de España (Benedicto et al., 2005). Aunque tras el cese de los vertidos se ha podido alcanzar un cierto estado de equilibrio, los sedimentos están sometidos a corrientes marinas  y a los  efectos  de  las  lluvias,  escorrentías  y  otros  vertidos (Martínez et al., 2015). Esto implica que la playa sigue siendo inestable y que el contenido en metales pesados es muy elevado. Además, hay constancia que la presencia de estos metales no esenciales en el medio marino produce toxicidad, aunque se dé en dosis muy bajas (Fernández et al., 2003).

No es el caso de la bahía de Portmán en la que los residuos mineros alcanzan cotas muy altas, sobre todo en las capas superficiales, en los que los restos de metales pesados son muy finos y están mezclados con los restos de sustancias del proceso de flotación diferencial, como el zinc, o el arsénico, que aceleran la oxidación de los metales y la propagación de sus partículas por el aire.

Contaminación y deterioro paisajístico

Los habitantes de Portmán no son los únicos en riesgo de contraer enfermedades a causa de la contaminación minera. Existen numerosos depósitos mineros en la zona de la sierra minera de Cartagena y La Unión, que afectan a poblaciones cercanas a Portmán, y que también presentan graves riesgos para la salud humana, además de haber modificado el paisaje montañoso de la zona.

En menos de un mes de explotación minera en la zona, Peñarroya acabó con zonas naturales que concentraban especies vegetales propias de la sierra minera, como el palmito o la sabina mora, por el descubrimiento de menas de mineral en ellas (Baños, 2012). La superficie que ocupaban las especies naturales fue utilizada para la construcción de depósitos para restos mineros. 

Se ha estimado que existen más de 2000 depósitos mineros en los que los residuos no tienen diques de contención por lo que continúan contaminando los cauces debido a la erosión hídrica, además de esparcir sus partículas a través del aire (Belmonte et al., 2010). Según el Atlas Municipal  de  Mortalidad  por  Cáncer  en España (CNE, 2007), el cáncer de pulmón y el cáncer de pleura tienen una incidencia significativa en los municipios de Cartagena, La Unión y poblaciones de la sierra minera que superan la media regional en estas enfermedades.

Además, en un radio de 25 kilómetros, la población que puede resultar afectada por la contaminación es de más de 300.000 residentes, sin embargo, esta cantidad se duplica en los meses de julio y agosto debido al turismo.

Impacto económico en la zona

La minería moderna con la llegada de Peñarroya supuso un impulso y un retroceso económico para Portmán, ya que, a pesar de que proporcionó muchos puestos de trabajo en el pueblo, en un principio, más tarde con el aterramiento de la bahía, Portmán quedaría sin desarrollo turístico alguno. El profesor de sociología de la Universidad de Murcia y vecino de Portmán, Pedro Baños, explica que “al ser Peñarroya una gran empresa tenía mejores salarios y condiciones de trabajo que las pequeñas empresas”. Sin embargo, señala que existía una “gran desigualdad en los salarios” y que las condiciones de empleo de los mineros de interior eran “terribles” y su esperanza y calidad de vida eran “muy malas”. 

Francisco, un vecino de Portmán de 87 años y antiguo trabajador del lavadero “Roberto” describe cómo era su situación económica y laboral: “Ganaba nueve duros a la semana y un panecillo que nos daban de gratis, por nueve horas de trabajo”. Aunque, con el paso del tiempo aumentaron los salarios, la situación seguía siendo insostenible. “Ya en 1956 pasé a ganar cien pesetas, pero ni con nueve duros ni con cien pesetas nos daba para comer”, comenta Francisco. 

El lavadero “Roberto” de Portmán. 

Fuente: Elaboración propia

Además, explica que él no ha tenido problemas de salud debido a su trabajo, pero “los que trabajaban bajo tierra caían a porrillo por la silicosis”. La silicosis es una enfermedad provocada por la exposición continua a polvo de sílice, que inflama los pulmones y provoca dificultades respiratorias. Si no se trata de forma adecuada puede resultar mortal.

Por último, Francisco señala que con el fin de la minería “se acabó el trabajo en el pueblo” porque “aquí no tenemos turismo ninguno”. Debido a la contaminación de la bahía y el mal estado de conservación de restos mineros del pueblo como el lavadero “Roberto”, a pesar de que forma parte de la declaración como Bien de Interés Cultural otorgado a la sierra minera en el año 2009 (Perceval Verde, 2013).

Soluciones para Portmán

El fin de los problemas económicos, sanitarios y medioambientales anteriormente comentados pasa por regenerar la bahía de Portmán, así como adecuar la sierra minera.

Para acabar con la contaminación en Portmán, el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) deberá elegir una de las siguientes alternativas propuesta en el Esquema provisional de Temas Importantes (EpTI) creado por la Confederación Hidrográfica del Segura para el año 2027.

La alternativa 0 que consiste en el dragado de estériles depositados en la bahía hasta retrasar la línea de playa actual unos 250 metros, además de la aportación de arena limpia terrestre mezclada con arena de la playa para la formación de una nueva playa. También, el acondicionamiento y estabilización de la corta minera San José y el traslado a esta corta de los estériles dragados en la bahía.

La alternativa 1 consta del revestimiento del talud actual de la escollera, manteniendo la línea de costa en su posición actual. Su objetivo es reducir al máximo el volumen de dragado necesario. Esta alternativa es la más parecida a la primera solución que el Ministerio propuso años atrás a los vecinos de Portmán para su bahía, que consistía en sellar la bahía para evitar que sus vertidos continuen contaminando.

La alternativa 2 se basa en la recuperación parcial de la línea de costa con el dragado de más de 2 millones de metros cúbicos de sedimentos y la restauración de la línea de costa a 250 metros de la línea de costa original.

No obstante, el Ministerio de Transición Ecológica tiene a su disposición más propuestas para regenerar la bahía de Portmán. Pedro Baños, docente e investigador de sociología de la Universidad de Murcia y vecino de Portmán, indica que también se contemplan las siguientes opciones:

Las alternativas 3A y 3C, propuestas por el MITECO, radican en la recuperación de hasta unos 190 metros de línea de costa y excavación, no dragado, de sedimentos que seguirían en la playa, pero de forma acumulada en cumbres de 26 metros, que según Pedro, “cambiarían por completo el paisaje de Portmán porque nunca han existido esas montañas, que, además, podrían alterar las brisas propias de la bahía”.

La alternativa 3B, propuesta por los colectivos vecinales de Portmán, incluye un retranqueo de 250 metros con mayor profundidad y la construcción de un puerto deportivo y otro pesquero. Además de llevar los residuos dragados a la sierra minera donde serían sellados. Sin embargo, esta opción es la más costosa con un presupuesto de 72.5 millones de euros.

Daniel Portero en la sede de la Asociación de Vecinos, Liga de Vecinos de Portmán 

Fuente: Elaboración propia

El presidente de la Asociación de Vecinos, Liga de Vecinos de Portmán, Daniel Portero informa que la alternativa 3B nace cuando los vecinos de Portmán se negaron al sellado, propuesto por el Ministerio, a pesar de que era “la mejor solución económica y medioambiental”. Sin embargo, comenta Daniel que “el sellado no es viable porque la playa es inestable debido a las rachas de viento, corrientes marinas y aguas de escorrentías que remueven los metales pesados”. 

Además, explica que con el sellado de los vertidos, Portmán no recuperaría su bahía. “Por ello, le hicimos saber al Ministerio el deseo de un pueblo: recuperar su historia, su pasado pesquero y minero, recuperar su bahía”. Es entonces, cuando los vecinos de Portmán renuncian a recuperar la línea de agua de 1958, cuando empezaron los vertidos, a cambio de que el Ministerio abandonara la idea del sellado. 

La alternativa 3B “técnicamente se nos dijo que era posible, pero que iba a ser una solución compleja y que podría haber imprevistos”. No obstante, para Daniel merece la pena porque “con un retranqueo de 250 metros, la bahía recuperaba su forma de herradura”. “El Ministerio debe optar por nuestra propuesta” porque fue “la Administración Central quien permitió los vertidos, por lo que tiene que resarcir esa deuda histórica con el pueblo de Portmán”.

Sin embargo, no todos los habitantes del pueblo son tan optimistas como Daniel Portero. Federico, vecino de Portmán de 83 años y exmaestro de flotación diferencial en el lavadero “Roberto” declara que “aquí no van a hacer nada”, porque “se lleva luchando desde 1993 por limpiar la bahía y nunca se ha hecho nada”. Su argumento es su experiencia como maestro de flotación en el lavadero. “Yo sé lo que se gastaba allí de veneno (cianuro, sulfato de cobre) para sacar el mineral (pirita, zinc, hierro y galena) porque lo estaba tratando”. Por ello, “si tuviera que decir una solución sería el sellado, porque regenerar la bahía me parece muy complicado”. “Dios quiera que en 2024 se haya empezado algún trabajo, pero no lo creo”.

Por último, las alternativas 4A y 4B. La alternativa 4A consiste en mantener la línea de costa actual y generar una playa de 50 metros de ancho, sin dragar los residuos mineros. Mientras que la alternativa 4B se fundamenta en avanzar 50 metros sobre la actual línea de costa para crear en ese lugar una playa. Tampoco contempla el dragado de los restos minerales, en su lugar, se realizaría una inertización.  

Estas alternativas son las opciones entre las que tiene que elegir el Ministerio de Transición Ecológica para acabar con la huella de una minería que como recuerdan Francisco y Federico fue "muy mala" y acabó con la vida de muchos de sus compañeros mineros. Es por ello que en la actualidad, Luis Gudiño, más conocido como "El Gitano", se jacta de ser el único minero de interior que queda vivo en Portmán. Un título que ostenta con el orgullo de quien ha trabajado toda su vida en las peores condiciones y que a pesar de ello vive para contarlo. Y con la esperanza de que se haga realidad el deseo de todo el pueblo de Portmán: recuperar su bahía.

A la sombra de Roberto

Hogar del pensionista de Portmán con el lavadero “Roberto” al fondo

Fuente: Elaboración propia

Como cada mañana, Luis Gudiño acude a su cita para jugar al dominó en el hogar del pensionista de Portmán. Allí, “El Gitano” se encuentra con Francisco y Federico que se unen a la partida. Todos juntos, además de jugar, leen la prensa diaria o recuerdan sus viejos tiempos como mineros para Peñarroya. Sin embargo, siempre está presente la voz de Luis que les recuerda que el único minero, que ha trabajado 300 metros bajo el suelo, es él. A lo que Federico le contesta, entre risas: “Yo he estado siempre en el lavadero “Roberto” porque en los bujeroh (agujeros) no me ha gustado meterme nunca”. 

Francisco, por su parte, sentencia la conversación y la partida con un: “Vosotros hablar que el que pierda, paga esta mañana”. En ese momento, coloca su última ficha y anuncia su victoria a sus dos amigos. 

Una vez pasan las 12 del mediodía, los tres amigos se despiden hasta la mañana siguiente donde una nueva partida les espera.

Referencias bibliográficas

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